Los vientres de alquiler o gestación subrogada: a debate

Gestación subrogada: ¿mujeres altruistas o solamente mujeres pobres?

La gestación subrogada ha sido motivo de polémica desde hace unos años debido a la visibilidad y la normalización que se ha dado en torno a las parejas y personas solteras que recurren a esta medida. La cara visible de este fenómeno son las parejas de hombres homosexuales, empezando por el cantante Ricky Martin, que en 2008 fue noticia por tener a dos hijos por madre subrogada. Las opiniones a cerca de este asunto son dispares, desde gente que está a favor porque defienden que la paternidad es un derecho a gente que está en contra debido a lo sórdido de este negocio. Porque, efectivamente, es un negocio.

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Ricky Martin con sus dos hijos

Si (como yo) has sido siempre fan de la teleserie Friends y sacan el tema de los vientres de alquiler, es inevitable que no pienses en el capítulo donde Phoebe accede a tener los hijos de su hermano, ya que su mujer es mayor y no puede tenerlos por su cuenta. La escena donde Phoebe se queda sola con los trillizos en la habitación del hospital y es consciente de que accedió a no ser su madre (solo dar a luz) conmovió a muchos. Aquí os dejo la escena, no hace falta tener un doctorado en Cambridge para entender lo que dice.

Dicho esto, el objetivo de este artículo será abarcar el tema de la gestación subrogada desde una perspectiva feminista de clase. Entraremos a un portal online de gestación subrogada y veremos cómo es el procedimiento de alquilar un vientre.

Pero para entender un poco mejor este asunto, tenemos que preguntarnos ¿realmente en qué consiste la gestación subrogada? Según un artículo escrito por los abogados Camilo A. Rodríguez-Yong y Karol Ximena Martínez-Muñoz, la gestación subrogada se define de la siguinte manera: “(…) un acuerdo por medio del cual una mujer acepta quedar embarazada mediante un procedimiento de inseminación artificial, para que luego, una vez que se produzca el nacimiento del bebé, lo entregue al donante de la esperma y su esposa, renunciando para ello a los derechos que la ley le confiere sobre el recién nacido, y en contraprestación (…) al pago de una compensación”.

Ahora veamos cómo la define Babygest, la revista y comunidad líder en gestación subrogada: “(…) es una técnica de reproducción asistida por la que una mujer accede a gestar el hijo de otra persona o parejaEsta técnica consiste en la creación de uno o más embriones mediante fecundación in vitro en un laboratorio y la posterior transferencia al útero de la gestante. El embrión será creado por el deseo de los futuros padresPor ello, en la medida de lo posible, los óvulos y espermatozoides utilizados serán aportados por los padres de intención.”

Ambas definiciones pueden ser parecidas aunque conviene señalar un pequeño detalle. En la primera definción, se hace hincapié en la renuncia del derecho materno de la madre gestante. En cambio, en la segunda definición, se recalca que el protagonismo lo tienen los futuros padres.

Un detalle muy importante a cerca de la gestación subrogada es que es ilegal en España, por lo que hay que ir al extranjero a escoger a la madre. Cuando entramos a Babygest y le damos a la opción de “Pasos a seguir”, lo primero que nos aparece es la siguiente cuestión: “Selecciona el país”. Los destinos más comunes son Estados Unidos, Canadá, Rusia, Ucrania, Grecia y Georgia, aunque cada país tiene una legislación distinta dependiendo del tipo de pareja, lo que se esté dispuesto a pagar, el tipo de relación que se quiera tener con la gestante, etc.

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Según El País, el 80% de los hijos por gestación subrogada proceden de EE UU y Ucrania. Estados Unidos es el país con más historia en esta práctica y también el más caro, pero con la legislación más segura para los padres subrogados. Y aunque Ucrania no sea el destino más seguro, se ha convertido en la nueva capital de la gestación subrogada europea, ya que la ley no establece un límite en los precios y eso implica la creación de un mercado totalmente libre.

Siguiendo una perspectiva feminista y de clase, establecemos una relación entre la práctica de la gestación subrogada y la necesidad de dinero. Cuando un acto lo empapa la coacción económica, deja de ser altruista o voluntario. La feminización de la pobreza, la gran demanda de los vientres de alquiler y la ausencia de límites en el ámbito de la ley y del mercado hacen que las mujeres pobres tengan que acceder a alquilar sus cuerpos, y después renunciar a sus bebés, para dárselo a parejas ricas que creen que tener hijos biológicos es un derecho. Gestar un bebé (o varios) durante meses sabiendo que vas a tener que renunciar a tu derecho como madre acarrea secuelas psicológicas que difícilmente se curan incluso si son tratadas.

El discurso liberal que defiende la gestación subrogada hace hincapié en su “carácter altruista” e intenta disimular su naturaleza mercantil, haciéndonos olvidar que hay de por medio dinero y deshumanización de la madre gestante. Por ejemplo, la página Babygest dice lo siguiente: “La gestación subrogada o gestación por sustitución, mal llamada maternidad subrogada, maternidad suplente, vientre de alquiler o vientre sustituto (…)”. Atentos a como le da tanta importancia al nombre. Obviamente, si al vientre de alquiler le damos un nombre bonito deja de ser tan explícito y nos olvidamos de que nos estamos aprovechando de la capacidad reproductiva de una mujer pobre.

Como conclusión, veo conveniente mencionar una noticia del 2015, donde el propio Parlamento Europeo pidió la prohibición de la gestación subrogada. Según este órgano, la práctica de la maternidad subrogada es contraria a la dignidad de la mujer, ya que implica su explotación para aquellas que viven en países en vías de desarrollo. Señala también que se utilizan como materia prima sus cuerpos y su capacidad reproductiva. En cambio, en el 2016, el Parlamento lo volvió a intentar y redujo las exigencias de la prohibición: sólo se condenaba la maternidad subrogada forzosa.

Ahora queda en manos de cada país hacer lo que vean conveniente en lo que respecta a prohibir, permitir o crear un vacío legal sobre la gestación subrogada. Vaticino que en los próximos años esta práctica se extenderá más y más y los países no harán nada al respecto. Aunque bueno, no hace falta ser un lince para eso.

 

Fuentes

 
Por Irantzu Oria

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