El origen del género desde el materialismo marxista

Un ensayo sobre el género con objeto de educar y ayudar a la Vanguardia en su lucha contra el posmodernismo y el biologicismo

El género es una construcción social de identidad, eso es algo que cada vez queda más claro. Sin embargo, se está difundiendo la idea de que existen infinitos géneros, de que éste es un espectro o de que existe gente en nuestra cultura sin género alguno. ¿Debemos las marxistas-leninistas aceptar estas ideas acaso? No. Para nada. Éstas nacen del más salvaje y liberal posmodernismo, el cual es enemigo de la clase obrera y de la ideología revolucionaria. Sería un despropósito.
Las tareas de las comunistas consisten en oponer a tal ideología burguesa un análisis fiel a la realidad material basado en la dialéctica de Marx y el materialismo histórico. Para ello debemos entender el origen del género.
Las primeras sociedades, y también su propiedad, eran comunales. Más tarde, el ser humano se fue asentando y empezó a dominar la ganadería y la agricultura. Esto dio paso a la propiedad privada y al Estado, que nace de ella. Pero en cierto momento de la historia, mediante el desarrollo de la familia patriarcal y gracias al Estado, se empieza a comercializar a la población gestante en base a ser considerada medios de (re)producción.
Esta condición consolidó una estructura que puso a la población gestante como objeto y a la inseminante como sujeto. Aquí se encuentra el origen del género. Las biologicistas como las TERF en este punto dejan de profundizar y nos venden un análisis que dicta que las mujeres, al ser las que se encuentran abajo en esa estructura, son la gente con vagina, y los hombres, la gente con pene. Pero camaradas, estas personas se están cagando en el materialismo dialéctico. Lo que no ven es que el género no aparece ahí de la noche a la mañana, sino que se va construyendo de forma social y neurológica.

Echando un vistazo a la obra del camarada Engels vemos que «el trabajo ha creado al propio hombre», esto es, la cultura es creada gracias al trabajo, en él se basa el proceso de humanización de la antropogénesis. Y algunas quizá diréis: «pero Noa, ¿qué es la antropogénesis?». La antropogénesis se podría definir de forma simplista como el proceso de evolución del ser humano, que se divide en el proceso de evolución biológica, la hominización, y el proceso de desarrollo cultural, la humanización. En tal proceso vamos formando un área del cerebro llamada neocórtex, que es donde se encuentran los procesos neurales relacionados con la cultura.

Retomemos la cuestión del género. Hemos visto que se genera una estructura de poder que coloca a una parte de la población por encima del resto. ¿Qué ocurre aquí? La creación de una identidad en base al poder. La sociedad se encuentra dividida en dos, un grupo dominante y otro sometido. Esa identidad es lo que hoy conocemos como el género.
La clave está en que al ser el género una identidad y no una condición sexual, gente inseminante puede asimilar el rol de mujer y viceversa. El género no se encuentra en los genitales, sino en el neocórtex frontal, se desarrolla a los 2 ó 3 años, y, al ser una estructura binaria, no existen los géneros no binarios.
Antes de dar por finalizado este texto, querría hacer una aclaración. No son pocas las que defienden la existencia de estos géneros en base a que, supuestamente, existían en culturas no occidentales. Si entendemos el origen y el sentido del género vemos que eso no es posible, ¿pero cómo puede ser que hayan existido? La clave está en que no eran géneros, sino subgéneros. No estoy completamente segura de si es 100% correcto lo que voy a decir a continuación. En la América precolombina había un subgénero llamado dos espíritus relacionado con los chamanes y la religión. Los hombres se dividían en hombres y dos espíritus hombres, encontrándose por encima los dos espíritus, y en las mujeres más de lo mismo. Los subgéneros se asemejan a las subclases, aunque estés por encima de otras personas puedes seguir siendo una explotada, como una obrera cualquiera que se encuentra por encima de una lumpenproletaria.
Camaradas, es nuestro deber como marxistas-leninistas erradicar la ideología burguesa de TERFs, revisionistas, liberales y fascistas en todos los ámbitos y desde la raíz, cosa que haremos empleando el materialismo filosófico marxista.
Muchas gracias y saludos socialistas.
Por Noa Alexandra (@BolleraRoja en Instagram y Twitter)

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